¡A merendar!: Arándanos y frambuesas en su punto.
Este año nos hemos estrenado con el cuidado y cultivo de frutos del bosque. Desde que los empezamos a cuidar el «Día del árbol«, las plantas no han dejado de crecer y pudimos ver la transformación de las flores en frutos.
Se denominan comúnmente frutos del bosque, pero se distinguen fácilmente aún sin sus frutos característicos. Fijaos en lo diferentes que son las hojas. Además uno de ellos pincha, ¿sabes cuál?
El arándano azul es la variedad que hemos plantado, cada flor dio paso a un solo fruto redondo de color blanquecino, que después se puso verde…¡y por fin morado! Fijaos qué bien se ve la «corona». ¿Sabíais que consumir arándanos ayuda a fortalecer los huesos?
En el caso de la frambuesa el proceso fue similar en cuanto al cambio de color, pero el resultado final es de color rojo, y la corona de hojas verdes ( los sépalos). Cada fruto está formado por multitud de granos rugosos, muy próximos entre si y con forma de piña. Las frambuesas nos aportan vitamina C, lo que ayuda a que nuestros ojos se mantengan sanos.
Aquí os dejamos la evolución de flor a fruto. Si los pájaros pudiesen hablar, seguro que nos dirían que estaban buenísimos…¡No han dejado ni uno!
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